Los obispos de Nueva York y Massachusetts han llamado a los católicos a oponerse a sendas iniciativas que legalizarían el suicidio asistido en dichos estados. La iniciativa neoyorquina lleva por nombre Medical Aid In Dying (Asistencia médica para morir) y la de Massachusetts, End of Life Options Act (Ley de opciones para el fin de la vida); ambas permitirían a los pacientes terminales solicitar medicamentos para terminar con su vida.
Mientras tanto, la Revista de la Asociación Médica Canadiense (Canadian Medical Association Journal) publicó un estudio sobre cuánto dinero podría ahorrar el sistema de salud de Canadá si se expandiera y normalizara el suicidio asistido: entre 37.4 y 136.8 millones de dólares al año. Cabe recordar que el suicidio asistido es legal en ese país desde 2016 para quienes tengan un padecimiento “grave e irremediable” y desde 2021 para quienes sufran de enfermedades mentales. Ambas condiciones se han interpretado muy laxamente y han desatado un aluvión de críticas de distintas instituciones y personalidades.