En el mes de noviembre, la Iglesia celebra dos días consecutivos de gran importancia: la Solemnidad de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos, mejor conocido en el mundo hispanohablante como “Día de Muertos”. El primero es un día de precepto que se celebra el 1 de noviembre; en los Estados Unidos, si cae en un domingo o lunes, la obligación de asistir a misa queda abrogada. Por su parte, el Día de Muertos tiene lugar el 2 de noviembre, a no ser que caiga en domingo, en cuyo caso la celebración se pasa al lunes inmediatamente siguiente.
En la Solemnidad de Todos los Santos, la Iglesia honra a todos los que están en el Cielo, tanto los que han sido canonizados oficialmente como los que no. Durante el célebre Día de Muertos, en cambio, oramos principalmente por aquellos que están en el purgatorio, recordando a nuestros queridos difuntos. Es recomendable acudir al cementerio o a la cripta en la que reposan sus restos, ganar indulgencias para ellos, realizar obras de caridad y dedicar misas en memoria suya.
La Conferencia Católica de Missouri (MCC) permanecerá cerrada este viernes 1 de noviembre, en honor a la Solemnidad de Todos los Santos.