Este miércoles, todos los senadores demócratas votaron en contra de una iniciativa de ley que hubiera exigido al personal de salud proporcionar atención médica a los bebés nacidos a raíz de un intento fallido de aborto.
La “Born-Alive Abortion Survivors Protection Act” (en español, “Ley para proteger a los sobrevivientes de abortos”) fue presentada por el senador republicano James Lankford y hubiera garantizado protección ante la ley a “cualquier niño nacido vivo tras un aborto”, pues los profesionales de la salud que estuvieran presentes durante un nacimiento resultante de un aborto fallido habrían tenido que actuar con la misma diligencia y utilizando los mismos métodos que si se tratara de cualquier otro caso, es decir, de un nacimiento no derivado de un aborto.
La medida recibió 52 votos a favor (de todos los senadores republicanos, salvo uno que estaba ausente) y 47 en contra (de todos los demócratas). El senador John Thune, líder de los republicanos en el Senado, dijo que el proyecto era una cuestión de humanidad elemental: “No debería ser un proyecto de ley controvertido. Deberíamos estar de acuerdo en que un bebé nacido vivo tras un aborto fallido debe ser protegido”.
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