Hace diez años, el arzobispo castrense de los Estados Unidos, Timothy Broglio, compartió una bonita reflexión sobre el día de la independencia. Mencionó que “el aniversario de la nación nos remite a lo que nos hace un gran país al tiempo que debemos recordar que somos, efectivamente, ‘una nación bajo Dios’”, añadiendo que los Padres Fundadores «reconocían la importancia de trabajar juntos para construir una nueva nación: una nación fundada en los principios y centrada en la esencia de lo que significa ser humano, creado a imagen de Dios Todopoderoso, con los derechos inalienables a la vida, la libertad y la felicidad».
Hoy, una década más tarde, las palabras del arzobispo Broglio siguen estando vigentes. ¡Les deseamos un feliz 4 de julio!