La primera ministra italiana Georgia Meloni, conocida por ser una firme defensora de los valores católicos, ha instado al parlamento de su país a aprobar una ley para criminalizar que los italianos contraten “vientres de alquiler” en otros países. Actualmente, la maternidad subrogada solo es ilegal cuando se lleva a cabo dentro de las fronteras de Italia y puede acarrear multas o incluso tiempo en prisión. “Nadie puede convencerme de que sea un actor de amor considerar a los niños como productos que pueden comprarse en un supermercado. Sigo considerando que la práctica de rentar úteros es inhumana y apoyo la iniciativa de ley que la convertiría en un crimen universal”, declaró. Su postura coincide con la enseñanza de la Iglesia, que en la declaración Dignitas Infinita, publicada la semana pasada, sostiene que la práctica de la maternidad subrogada atenta contra la dignidad del niño y de la mujer, al tratarlos como meros objetos.
Cabe mencionar que casi todas las naciones europeas prohíben cualquier tipo de maternidad subrogada (como Italia, España, Alemania, Francia, Finlandia, Noruega, Austria y Suiza) e incluso aquellas que permiten la maternidad subrogada no pagada, restringen la de pago (como Reino Unido, Portugal, Bélgica, Países Bajos y Grecia). Ucrania y Rusia son de los pocos casos en que ambos tipos se permiten. En los Estados Unidos, en cambio, cualquier tipo de maternidad subrogada es legal en casi todos los estados; tan solo Nebraska y Louisiana prohíben expresamente la de pago.
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