La Enmienda 3, reforma constitucional que legaliza el aborto en Missouri, entró en vigor el pasado 5 de diciembre. Sin embargo, las clínicas de Planned Parenthood aún no han reanudado la realización de abortos, pues están esperando que las cortes estatales se pronuncien sobre una demanda. Y es que menos de 24 horas después de la aprobación de la Enmienda 3 en noviembre, los partidarios de la medida presentaron una demanda para eliminar todas las regulaciones en materia de seguridad aplicables al aborto.
En la primera de las que seguramente serán muchas demandas, Planned Parenthood impugnó varias leyes estatales, incluyendo la prohibición general del aborto en Missouri (con excepción de emergencias médicas), la limitante de que sólo los médicos puedan realizar abortos, el requisito de que las clínicas de aborto tengan que estar certificadas como centros quirúrgicos ambulatorios y las regulaciones en materia de seguridad sanitaria.
Además, la demanda busca eliminar la prohibición de abortar por razones de raza, sexo o diagnóstico de síndrome de Down del feto, alegando que tal impedimento “infringe la autonomía de cada paciente para tomar las decisiones que considere que son mejores para sí”.
En el caso de que la resolución judicial sea favorable para ellos, Planned Parenthood pretende comenzar inmeditamente a realizar abortos en Kansas City, St. Louis y Columbia.