Tras pasar 38 días internado en el hospital Gemelli de Roma a causa de una fuerte afección pulmonar, el papa Francisco finalmente recibió el alta médica el pasado domingo 23 de marzo. Antes de partir a la Casa Santa Marta, el pontífice se asomó al balcón en silla de ruedas y saludó a los centenares de fieles congregados, agradeciendo con voz tenue su cariño y oraciones.
Un día antes de la salida del papa, el equipo médico respondió a las preguntas de los periodistas, informando que necesitará al menos dos meses de reposo, rehabilitación y medicación. Además, continuará utilizando oxígeno cuando lo necesite y tardará en recuperar la voz plenamente.