El Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) ha anunciado que detendrá el empleo de “bloqueadores de la pubertad” que se estaban administrando a niños y adolescentes como parte del “tratamiento” para la disforia de género.
El NHS publicó en su sitio web que “desaconseja encarecidamente a los niños, jóvenes y sus familias que obtengan bloqueadores de la pubertad u hormonas de afirmación de género de fuentes no reguladas o proveedores en línea”, pues no hay “evidencia suficiente” para asegurar la seguridad o efectividad de tales sustancias.
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