Las diócesis de St. Petersburg y Venice, en Florida, han sufrido fuertes daños como consecuencia del paso del huracán Milton, según información de Catholic News Agency. La oficina de Catholic Charities de la diócesis de Venice ha implementado puntos de distribución en algunas áreas afectadas, desde donde se distribuirán agua, hielo y alimentos a quienes más lo necesiten. Quienes estén interesados en ofrecer su apoyo, pueden registrarse en la página web de Catholic Charities Venice.
Por su parte, las oficinas diocesanas de St. Petersburg permanecerán cerradas “hasta que sea seguro reabrir”. El edificio, actualmente sin suministro eléctrico o de agua, fue impactado con gran intensidad y las ráfagas de viento destruyeron buena parte de los ventanales. El vecindario en el que se encuentran las oficinas sufrió inundaciones, árboles caídos y daños de todo tipo. Las escuelas católicas permanecerán cerradas hasta el lunes 14 de octubre como mínimo. El obispo ha pedido a la gente de buena voluntad su colaboración para donar al fondo de desastres de la diócesis de St. Petersburg.