“Si sientes el ímpetu por hacer algo (para ayudar) y simplemente no puedes dejarlo ir, deberías hacerlo”, dijo Aaron Kempker, feligrés de la parroquia de Nuestra Señora de las Nieves (Eugene, Missouri), tras hacer entrega de un enorme cargamento de ayuda humanitaria en una zona devastada por el huracán Helen hace algunas semanas.
Al ver los videos de las inundaciones, Kempker decidió poner manos a la obra y, ayudado por un grupo de amigos, comenzó a recaudar donaciones para auxiliar a los damnificados. En menos de una semana, lograron reunir más de $14,000 dólares, que utilizaron para llevar tres camiones de carga repletos de agua embotellada, alimentos no perecederos, pañales desechables y otros productos de emergencia, a Erwin, Tennessee, uno de los lugares más afectados por el huracán.
El reportaje completo del Catholic Missourian se encuentra disponible aquí.