Haciendo caso omiso de las peticiones de clemencia, el estado de Missouri ejecutó el 11 de junio a David Hosier, condenado a muerte por el asesinato de Angela Gilpin en 2009. Los obispos de Missouri y otros líderes enviaron cartas al Gobernador Parson solicitando que le conmutara la pena capital por la de cadena perpeuta, pero éste no concedió la petición. El día de la ejecución, la Conferencia Católica de Missouri (MCC), junto a varios opositores a la pena de muerte, mantuvo una protesta pacífica afuera de la oficina del Gobernador Parson.
La ejecución de Hosier es la segunda del año, tras la de Brian Dorsey en abril; en 2023, cuatro personas fueron ejecutadas en Missouri. La Iglesia católica se opone firmemente a la pena por cuanto contraviene la dignidad de toda vida humana.