Haciendo caso omiso de las numerosas peticiones de clemencia, el estado de Missouri ejecutó el pasado miércoles a Brian Dorsey, condenado a muerte por los asesinatos de Benjamin y Sarah Bonnie en 2006. Los obispos de Missouri y otros líderes religiosos habían enviado una carta al Gobernador Parson solicitando que le conmutara la pena capital por la de cadena perpetua, pero el Gobernador no concedió la petición.
Con la ejecución de Dorsey, el número de ajusticiados en el estado de Missouri desde noviembre de 2022 asciende ya a cinco. Además, ya hay otra ejecución programada para este año: la de David Hosier el 11 de junio. La Iglesia católica se opone a la pena de muerte por cuanto contraviene la dignidad de toda vida humana.