Este jueves, la Corte Suprema de los Estados Unidos rechazó una demanda que impugnaba la decisión de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de permitir que la píldora abortiva mifepristona pudiera distribuirse libremente por correo, sin necesidad de acudir antes a una cita médica presencial. Mediante una sentencia escrita por el Juez Kavanaugh, la Corte determinó por unanimidad (9-0) que los quejosos (un grupo de organizaciones de médicos provida) no habían logrado demostrar cómo les perjudicaban directamente las decisiones de la FDA, por lo que carecían de interés legítimo para impugnar las acciones de ésta.
El argumento del grupo provida era que la valoración inicial de la FDA sobre los riesgos de seguridad de la mifepristona no había sido adecuada y que la situación había empeorado aún más cuando ésta decidió arbitrariamente eliminar el requisito de acudir a citas médicas presenciales para poder obtener las píldoras abortivas.
Cabe aclarar que, si bien esta sentencia representa un revés para los defensores de la vida, la Corte no resolvió sobre el fondo del asunto (es decir, sobre la decisión de la FDA de ampliar el acceso a píldoras abortivas), por lo que la puerta queda abierta para futuras impugnaciones de quejosos que sí puedan acreditar interés legítimo.