Esta semana, la Corte Suprema de Montana determinó por unanimidad que la ley estatal que exige a las menores contar con consentimiento parental para abortar es inconstitucional, por cuanto viola el ambiguo “derecho a la privacidad”, consagrado en la constitución del estado.
Utilizando un lenguaje y unos argumentos que recuerdan tanto a los de Roe vs. Wade como a los de Planned Parenthood vs. Casey, la Corte Suprema de Montana sentenció: “Hoy decidimos que la clasificación creada por la Legislatura viola el derecho fundamental de una menor a controlar su cuerpo y su destino”.
Greg Gianforte, gobernador republicano de Montana, dijo estar “profundamente preocupado y decepcionado” por la decisión de la Corte de que los padres no tienen derecho a supervisar el tratamiento médico que reciben sus hijas menores de edad. Como ya se ha confirmado en Missouri, Montana podría enfrentarse a una iniciativa abortista en la boleta electoral de noviembre, en caso de que se certifique que se presentaron suficientes firmas (la fecha límite del conteo en Montana es el 22 de agosto).