El pasado martes, se presentaron ante el Comité de Salud y Salud Mental de la Cámara de Representantes de Missouri las iniciativas de ley HB 195 y HB 1119, propuestas por los diputados republicanos Brian Seitz y Holly Jones, respectivamente, y que conjuntamente se conocen como “Born-Alive Abortion Survivors Protection Act” (en español, “Ley para proteger a los sobrevivientes de abortos”).
Estas iniciativas garantizarían protección ante la ley a cualquier niño nacido vivo durante un aborto (o después de este), pues los profesionales de la salud que estuvieran presentes en un nacimiento resultante de un aborto fallido tendrían que actuar con la misma diligencia y utilizando los mismos métodos que se si se tratara de cualquier otro caso, es decir, de un nacimiento no derivado de un aborto. En consecuencia, realizar cualquier acción para provocar la muerte de un niño nacido vivo sería considerado como homicidio en primer grado (infanticidio).
La Conferencia Católica de Missouri (MCC) testificó en apoyo de la HB 195 y de la HB 1119. Si el comité vota a favor de estas iniciativas, pasarán al pleno de la Cámara para ser debatidas.