Clínicas de Planned Parenthood reanudan abortos en Missouri

febrero 24, 2025

El viernes pasado, una resolución judicial suspendió el requisito de que las clínicas de abortos tengan que estar certificadas por el estado para poder operar, abriendo la puerta a que el gigante abortista Planned Parenthood reanudara sus operaciones en Missouri. La jueza Jerri Zhang del condado de Jackson determinó que exigir a las clínicas abortistas que obtuvieran ciertas licencias era “discriminatorio”, por lo que ya no será necesario cumplir con este requerimiento. A las pocas horas, Planned Parenthood anunció sus intenciones de realizar abortos en las clínicas de Missouri.

Tan solo un día después, el 15 de febrero, la clínica de Planned Parenthood en Kansas City realizó el primer aborto electivo en el estado desde que, el pasado mes de noviembre, se aprobara la Enmienda 3 en una ajustada votación.

A lo largo del fin de semana, numerosos grupos provida se reunieron en St. Louis, Kansas City, Columbia, Springfield y Rolla para orar y protestar pacíficamente contra la decisión. Varios legisladores estatales convocaron a una rueda de prensa en la que prometieron seguir luchando contra la desregulación y la eliminación de los estándares de seguridad para mujeres en las clínicas de abortos.

La Iglesia católica, que siempre ha estado a la vanguardia en la defensa de la vida, se pronunció rápidamente en respuesta a la trágica noticia de que los abortos se reanudarían en el estado y, el 15 de febrero, los obispos de Missouri emitieron la siguiente declaración conjunta:

“Estamos apesadumbrados de que los abortos vayan a reanudarse en Missouri tras la reciente determinación judicial de que las clínicas de abortos no necesitan estar certificadas por el estado. La legalización y desregulación del aborto dañarán a mujeres, niños y familias.

La Iglesia católica en Missouri continuará abogando por políticas públicas que defiendan la dignidad de toda vida humana, protejan a los más vulnerables, brinden apoyo a quienes lo necesitan y sigan combatiendo a las fuerzas que están detrás de la cultura de la muerte. Además, la Iglesia seguirá ofreciendo esperanza verdadera y auténtica sanación a las personas que han sido heridas por la tragedia del aborto.

Continuaremos recordando a los fieles que todos poseemos una dignidad intrínseca por ser hijos de Dios e intentaremos acercar los recursos disponibles a quienes los necesitan. También trabajaremos con los legisladores para implementar leyes que protejan el bienestar y la dignidad de las madres embarazadas y de sus hijos no nacidos.

Sigamos rezando y trabajando para que la sociedad reconozca que cada vida humana es un don en sí misma”.