Con apoyo de ambos partidos (320 votos a favor y 91 en contra), la Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó este miércoles una iniciativa que exigiría al Departamento de Educación utilizar la definición de “antisemitismo” de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (IHRA por sus siglas en inglés) al investigar las quejas por discriminación en campus universitarios que reciban financiamiento federal. Sin embargo, se trata de una definición tan amplia que considera como ejemplos de antisemitismo el comparar “la política actual de Israel y la de los nazis” y el hablar del “asesinato de Jesús por los judíos” (¡lo cual incluso se califica de “calumnia”!). Ante esta situación, algunos diputados republicanos se opusieron a la iniciativa, la cual consideran que posibilitaría que las universidades castiguen a estudiantes cristianos simplemente por leer ciertos pasajes bíblicos.
Sin embargo, los cristianos no son los únicos preocupados por el lenguaje empleado. La ACLU, de corte muy liberal, ha alertado que violenta la libertad de expresión y que podría presionar a las universidades a prohibir cualquier crítica legítima al gobierno israelí y a sus operaciones militares por temor a perder financiamiento federal.
La iniciativa ha surgido en respuesta al gran número de protestas en favor de Palestina que se han suscitado en las universidades americanas, especialmente en la de Columbia, donde manifestantes enmascarados ocuparon edificios enteros durante varios días, hasta ser desalojados por la policía neoyorquina. Si bien a menor escala, en Missouri también han ocurrido protestas de este tipo en Washington University y en Saint Louis University. Según la prensa y algunos estudiantes, las protestas han incluido llamados a la violencia, clamando por una nueva “intifada”. Ante la preocupación de los alumnos judíos por su seguridad, varias universidades han optado por suspender las clases presenciales y terminar el semestre en línea.