En 2023, por quinta ocasión consecutiva, el aborto volvió a posicionarse como la primera causa de muerte a nivel global: más de 44.6 millones de seres humanos fueron abortados. Esa cifra es mayor que el número de muertes atribuidas a las siguientes siete causas de muerte sumadas (enfermedades transmisibles, cáncer, tabaquismo, consumo de alcohol, VIH/SIDA, accidentes de tránsito y suicidios).
Según las estadísticas del Worldometer, una base de datos no partidista que compila estadísticas sobre diversos temas en tiempo real, alrededor de 60.6 millones de personas fallecieron el año pasado. Sin embargo, ese número no toma en cuenta las muertes por abortos. Al incluirlas, el total de defunciones asciende a poco más de 100 millones, siendo el aborto responsable del 40% de ellas.
Para mayor inri, 44.6 millones es un estimado conservador, ya que el total de abortos podría ser aún mayor. La Organización Mundial de la Salud (OMS), en una nota informativa de noviembre de 2021 que se puede consultar en su sitio web oficial, se jacta de que se practican cerca de 73 millones de abortos anualmente a nivel mundial y estima que el 61% de los embarazos no deseados y el 29% del total de embarazos terminan de esta trágica manera.
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